Tras dos años de andadura de la Ley reguladora de los contratos de crédito inmobiliario (LCCI), hemos conseguido, según el Colegio de Notarios un aumento de la transparencia y claridad en los préstamos hipotecarios.
Y que el prestatario vea protegidos sus derechos frente a la Entidad Bancaria de una manera efectiva y eficaz.
La aplicación de esta Ley y de los criterios de transparencia que contiene supone que podemos exigir información y transparencia.
Y ello se traduce en que podemos reunirnos a solas con el Notario para que nos aclare e informe acerca de las cuestiones que sometamos a su criterio.
Y recibir toda la información y explicaciones necesarias para comprender una operación de gran complejidad, como es el préstamo hipotecario.
Que el Notario tiene que hacer mención expresa de que se cumplen con los criterios de transparencia o NO.
Mediante Acta: En estas actas, que son gratuitas, los notarios verifican que la entidad financiera ha entregado al consumidor toda la documentación del préstamo con tiempo suficiente y que la información suministrada es la que debe ser en función del tipo de préstamo acordado por las partes.
El acta puede ser positiva o negativa.
Lo que dependerá de que esté completa la documentación precontractual; de que ésta se corresponda con lo entregado al consumidor por la entidad financiera y con lo negociado entre ambas partes; y de que el consumidor haya superado un test de comprensión.
Y por otro lado el derecho a la libre elección de Notario.
Según la experiencia notarial en estos dos años, la nueva normativa ha facilitado la elección del notario por los clientes de las entidades financieras; un derecho que corresponde al prestatario y que es irrenunciable.
En esta ley se garantiza el derecho del consumidor a elegir el notario que prefiera y a reunirse con él a solas para poder consultarle sus dudas, sin ningún coste asociado a ello.
Todo ello redunda en beneficio del consumidor, y aumenta la transparencia y por tanto la seguridad jurídica a la hora de suscribir un contrato de préstamo hipotecario, garantizando la igualdad entre las partes como en cualquier otro tipo de contrato.