Una de las preguntas que se hacen los clientes es cuanto cobra un abogado
La respuesta es sencilla: Depende
No es lo mismo redactar por ejemplo un burofax reclamando el pago de un dinero que le deben su vecino por ejemplo que el estudio, preparación y asistir a un juicio penal en una agresión con su vecino.
Por ponerle un ejemplo práctico no es lo mismo que su fontanero cambie una gomita que cambie toda la instalación.
No, al igual que todos los profesionales, peluqueros, fontaneros, médicos, psicólogos, etc no cobran lo mismo
Por supuesto los clientes quieren pagar por los honorarios cuanto menos mejor, recibiendo la misma calidad que pagando un precio u honorarios mayores.
La calidad para nosotros los abogados se traduce en dedicación, que se traduce en tiempo, y el tiempo es dinero, por lo que lógicamente un precio bajo va a suponer menor dedicación y por tanto menor calidad en el servicio.
Por lo que incluso hay clientes que frente a honorarios muy bajos dudan y con toda la razón sobre cuanto tiempo le va a dedicar el abogado a su problema
¿Qué motivos hacen que un cliente contrate a un abogado?
El precio de los honorarios puede ayudar pero no es determinante.
Igual ante un trámite judicial más sencillo puede influenciar más y puede decidir irse a un despacho de abogados con honorarios más económicos pero cuando se trata de asuntos que revisten un poquito más de complejidad buscan a un abogado que pueda resolverles o darles una solución porque para cada cliente su problema es lo más importante.
Entonces buscan otros valores, como confianza, dedicación, experiencia, formación, trasparencia, en resumidas cuentas calidad.
Muchos compañeros y compañeras piensan que no cobrando la primera consulta van a poder captar al cliente.
Esta opinión es meramente personal pero me consta compartida por la mayoría de despachos
El abogado no está para desperdiciar su tiempo, porque tiene que dedicárselo a otros clientes que si pagan y reconocen su servicio. (su trabajo).
Si un cliente acude a un despacho a preguntar unas dudas el abogado le da una información que sólo él puede darle por su nivel de conocimientos, (tiene una carrera, una formación jurídica tras años de estudios), una experiencia, etc…
Al igual que si acude a una consulta de un médico que le va a explorar porque sólo un médico puede hacerlo.
Por tanto la información que un abogado da a su cliente le puede ayudar para solucionar su problema, o bien orientar o bien indicarle tiene usted que presentar tal demanda, etc.. y llevarle el procedimiento si el cliente acepta el presupuesto.
Por tanto cobrar la primera consulta es esencial primero porque tú estás trabajando ayudando a ese cliente y segundo porque si ese cliente no vuelve el abogado ha perdido su tiempo incluso no dedicándoselo a otros clientes.
El hecho de que un cliente llame a un despacho diciendo que no quiere pagar la primera consulta ya es significativo del tipo de cliente que es y del valor que va a dar a nuestro trabajo, por lo que nosotros tampoco estamos obligados a coger a cualquier cliente.
Un comentario
Hola Mª. Dolores!
Te saludo desde Chile. Gracias por tu artículo, siempre he pensado que cobrar es un arte y se aprende gracias a las necesarias y duras experiencias que tenemos. Tal vez porque mi padre era psiquiatra y atendía todas las preguntas y a todos los pacientes (pudieran pagar o no) siento que un «buen abogado» debe ser capaz de cautivar al cliente que consulta una opinión. Y por su puesto que tras cada opinión hay años de trabajo estudio, y todos sabemos cuánto nos costó especializarnos. Pero creo que también debemos preocuparnos de establecer vínculos con los consultantes que, si salen de nuestras oficinas sintiéndose seguros de estar frente a un profesional honesto, que lo entendió, hizo las preguntas correctas va a volver. Y además, va a pagar con gusto nuestros honorarios, porque nuestras habilidades técnicas se pierden si no se ejercen asociadas a lazos que perduran en el tiempo. Por lo menos yo, soy muy agradecida de la lealtad de mis clientes, siempre lo mejor atendidos que he podido, y eso trasciende. Por otra parte, soy una de las abogadas más caras de mi área, porque me lo merezco, jaja..
Muchos saludos,
SS