Recientemente estoy escuchando en los medios de comunicación las novedades en relación a la reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, reduciendo la instrucción a un plazo máximo de seis meses, algo bastante cuestionable cuando no hay medios ni materiales ni personales en la administración de justicia, y escucho al respecto la opinión de jueces, de fiscales, pero no la de abogados,
En muchas ocasiones me llama poderosamente la atención que siendo agentes activos en la justicia, no se nos tenga en cuenta para las principales reformas que se estén haciendo en justicia, que nuestra opinión tenga un peso menor que la de jueces, fiscales, y demás miembros de la administración. Cuando sin abogados no podría haber una justicia para todos, tanto a nivel privado como a través del turno de oficio.
Pero todo no se queda ahí. El abogado, o “Letrado”, en ocasiones se le trate de forma incluso despectiva ante los Tribunales, que vaya a hacer un “apud acta” o se persone a ver unos autos y el funcionario le diga a grito pelao: “Oye tú, pasa por aquí…”, o que ni siquiera se presenten o identifiquen ante el abogado y empiecen a hablarle de los Autos sin saber el abogado con quien está hablando, si con el funcionario, oficial, Secretario Judicial o incluso con el Juez. Que sepa yo, un “Hola buenos días, soy…. El funcionario que lleva el asunto o el Secretario….”, es cuestión también de educación y respeto. O que te hagan esperar diciéndote que primero va una señora (que no es ni abogada ni procuradora), y “Que te pongas a la cola”…cuando se supone tenemos preferencia como agentes jurídicos activos….
Es improbable que a un abogado se le ocurra llegar al Juzgado y decir a grito pelao, “Oye tú, sácame esos Autos que tengo prisa…”.
Sin comentarios…
Sin olvidar que en ocasiones nos llegan clientes al despacho diciéndonos que han ido al Juzgado y los mismos funcionarios le han recomendado no acudir a un abogado con expresiones como: ¿Para qué quiere un abogado?…. Si esto ya está perdido….
En fin, sobran las palabras…
Simplemente pedir respeto, dignidad y que se nos tenga en cuenta como profesionales jurídicos activos en las reformas de la Justicia, junto con la labor social que cumplimos, no creo que sea descabellado, el mismo respeto pedimos que el que obtienen los demás operadores jurídicos, siendo cuestión de igualdad jurídica.
No entiendo tampoco el motivo porqué “nuestros representantes”, a través de los Ilustres Colegios de Abogados no ponen medios y hace que se respete nuestra profesión a nivel general. ¿Hay que recordarle a los Colegios que los mismos están también para defender y ayudar a los colegiados y no sólo para cobrar sus cuotas?.
Mª Dolores Ortiz (Abogada)