Así se leía en una de las pancartas que los abogados de oficio de Valencia y su provincia exponían delante del Palau de la Generalitat el pasado viernes 3 de febrero de 2011, no voy a indicar datos de afluencia que es lo que se suele hacer en este tipo de concentraciones, y ni siquiera describir el ambiente que había en la fría mañana del reciente estrenado mes de febrero.
Las pancartas contenían lemas como: “Cabré, tú ¿Cuánto cobras? ¿Tú trabajas gratis? Nosotros sí”ó “Colegio de Abogados de Alzira: No a las retallades del torn d´ofici” (Colegio de Abogados de Alzira: No a los recortes del turno de oficio); “Fórmula 1= 18 mill € Turno de Oficio = 0”;”El Derecho es para todos. La Generalitat no paga el turno de Oficio”, entre otros.
Hay que recordar que para acceder al turno de oficio se requiere que el licenciado en derecho supere dos años de curso en la Escuela de Práctica Jurídica y pase un examen o prueba. Anteriormente las condiciones eran superar un año de Práctica Jurídica o realizar dos años de lo que se llamaba la pasantía obligatoria.
Hemos recogido uno de los muchos testimonios de algunos compañeros que han estado en la misma:
De todos es conocido la situación del abogado de oficio, que como indica la abogada Arantxa Hernández presente en la concentración “es una situación no fácil, especialmente desde el punto de vista económico. Baremos irrisorios, atrasos en los pagos… Ocurre que el que se da de alta en este servicio, conoce ya la situación, y en general, no ha habido quejas al respecto. La cosa ha cambiado con el tijeretazo que nos ha metido la Generalitat, pues con su actitud intransigente, recortando el baremo hasta en un 37% por ciento, no ha hecho sino empeorar una situación que de por sí ya dejaba bastante que desear”
La situación actualmente es insostenible ya que a los abogados de oficio se les debe retribuciones desde abril de 2011. Aunque las demoras en el pago del Turno de Oficio son históricas, con estos recortes la actitud de los abogados de oficio ha tocado fondo. A ello, cabe añadir los gastos de desplazamiento, fotocopias de autos, alquiler de despachos, teléfono… y un largo etcétera que el abogado de oficio tiene que cubrir con dinero de su bolsillo sabiendo que nadie se lo va a devolver ni a compensar de manera alguna. Todo ello hace que en muchos, o algunos casos haya repercutido en que el letrado de oficio (especialmente el que comienza su andadura profesional) haya tenido que tirar la toalla al no poder soportar un ejercicio profesional que sólo le reporta gastos pero pocos ingresos, y que encima le llegan con una demora descomunal.
Los motivos que da la Administración para no pagar, según la misma letrada es principalmente la situación de crisis en la que estamos inmersos y la necesidad de apretarnos todos» el cinturón, lo cual no parece incluir a los propios dirigentes, según añade la misma letrada, que son quienes, por otra parte, nos han arrastrado con sus despilfarros a esta situación de ruina en las arcas públicas. A ello, añaden una serie de razones que suponen una auténtica afrenta, por no decir insulto, a los letrados del turno de oficio. Alegan que somos muchos, que muchas veces no hay un control riguroso sobre los asuntos que se justifican, hasta el Conseller de justicia, en unas declaraciones poco menos que indecentes, ha llegado a decir que se nos está manteniendo. En fin, sin comentarios…
A pesar de ello Arantxa piensa que la Junta directiva del Colegio de Abogados sí que se ha implicado en el asunto. De hecho, ya antes del escándalo de los recortes, se trató de negociar con el Banco para adelantar los atrasos que sufrían los profesionales del turno. Antes de la orden de Conselleria, se había abierto una vía a la negociación. De hecho, ya en el momento de la publicación del «decretazo» del señor Cabré, se tomaron de inmediato medidas de reacción y, se interpuesto el recurso pertinente contra la Orden de marras.
Con el tijeretazo se han promovido concentraciones de protesta que han venido a unirse a las de otros colectivos que también están calentitos con esta pandilla de sinvergüenzas.
Lo que sí lamenta la letrada es que observa cierta pasividad en el colectivo de Abogados en general. Los compañeros que no están adscritos al servicio, no suelen darse por aludidos e incluso he llegado a oír algunas críticas hacia quienes pensaban apuntarse a las movilizaciones, en el sentido de que participar en este tipo de actos no conlleva a nada. No detectando en este colectivo la misma solidaridad que sí ha observado en otros que también lo están pasando mal detrás de los recortes.
Por otro lado opina Arantxa que por lo que respecta a la valoración del turno de oficio, es un servicio en donde el profesional que se dedica al mismo está infravalorado. Se considera, en general, que el Abogado de oficio es inexperto y que, además, se despreocupa mucho por los asuntos. Esta opinión desconoce la realidad del día a día del Abogado de oficio.
¿Van a servir de algo estas concentraciones?,
Arantxa, sinceramente piensa que no. Según indica, las concentraciones pacíficas desgraciadamente no conducen a nada. ¡Ojalá pudiera decir otra cosa! Pero la realidad ha venido demostrando que no se obtienen los resultados apetecidos. Ello lo demuestra el hecho de que las concentraciones que se realizaron antes la famosa orden de la Conselleria de Justicia no obtuvieran resultado alguno. No se negoció como hubiera sido deseable y aconsejable. Lamentablemente, ante la intransigencia de la Conselleria, pienso que las medidas de presión obtendrían muchos más resultados que las concentraciones o protestas de la calle. En cualquier caso, conviene romper una lanza en favor de este tipo de manifestaciones colectivas, y es el hecho indiscutible de que, si hay repercusión de la noticia en los medios de comunicación, al menos habrá servido para dar a conocer el problema al resto de la sociedad
Mª Dolores Ortiz (Abogada)