La precariedad laboral también salpica no sólo a sectores bien conocidos por nuestros Tribunales como los repartidores, sino también a otros, como los abogados.
“En casa del herrero cuchillo de palo”
No es algo nuevo.
Lleva tiempo produciéndose y aunque parece que con la reciente Sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid se le ha dado un cierto eco, en el sector de la abogacía y sobre todo entre jóvenes abogados, es frecuente que muchos trabajen cobrando apenas 500 € al me.
Trabajando para grandes corporaciones, bancos, despachos, asesoren a través de call center, con jornadas superiores a 60 horas semanales, sin contrato laboral, y como falsos autónomos.
Sin embargo, no se trata de una colaboración mercantil sino que se dan todas las características de una relación laboral por cuenta ajena.
Dependencia, instalaciones y herramientas de la empresa, (ordenador, material de oficina), trabajar bajo la marca de la empresa, exclusividad, horario, etc.
Se trata de falsos autónomos que trabajan con jornadas interminables, con unos objetivos fijados, con un horario pero bajo contrato mercantil.
Asumiendo el trabajador los costes de seguridad social o mutualidad, sin poder compaginarlo con sus propios clientes.
Por lo que en e caso de irse del despacho no tienen ningún tipo de cartera, desmotivando a muchos de ellos y conformándose con dicho trabajo, entrando en un bucle que es difícil salir.
Según una encuesta de 2017 de la Confederación Española de Abogados Jóvenes (CEAJ), realizada entre letrados con menos de cinco años de ejercicio, la mitad de los que trabajaban para despachos lo hacían como falsos autónomos y el 40% recibía un sueldo de 500 euros mensuales por 60 horas semanales.
El Tribunal Superior de Justicia de Madrid falló el pasado 16 de julio en favor de 141 letrados que trabajaban en régimen de externos para la multinacional Transcom, donde asesoraban jurídicamente a Santander, Sabadell, Inversis, CaixaBank y Deutsche Bank a través de un servicio de call center (atención telefónica).
Según esta sentencia, el TSJM reconoce la laboralidad de estos abogados.
Esto es, que su trabajo se producía en las mismas condiciones que las del resto de sus compañeros asalariados.
Y mantiene los más de seis millones y medio de euros de multa que la Inspección de Trabajo determinó para la compañía nórdica.
La solución desde mi punto de vista pasa porque los abogados puedan sindicarse y defender sus derechos.
Es un sector en el que estamos todos muy desunidos.
Los colegios de abogados en escasas ocasiones apoyan al abogado, se desentienden y miran hacia otro lado.
Y ese es el sentimiento que desde la abogacía se manifiesta, de abandono.
Una solución pasaría por tener un convenio colectivo para letrados, a nivel nacional que protegiera los derechos de los abogados y que se regulen y sancionen estas malas prácticas.
2 respuestas
Totalmente de acuerdo con la reflexión, se ha de blindar y nos tenemos que unir para unas condiciones dignas con la responsabilidad y trabajo que se realiza.
Es una vergüenza , por ejemplo la mayoria de ofertas de empleo, en la que se indica sueldo según valía, que en realidad quiere decir contrataré al que cobre menos por trabajar más horas.
Hay que hacer justicia, con está profesión, para que se pueda ejercer con orgullo y pagada como tal.
Toda la razón Patricia